Sucesos, Hilos y Arte.
Así describe la artista Ana Elisa Fernández su práctica artística.
“Una línea es un punto que salió a caminar”
Paul Klee
Al igual que los puntos, las líneas y la formas, la vida de Ana Elisa ha sido una colcha de sucesos entretejidos al hacer arte; diferentes experiencias han condicionado los recuerdos de su infancia, el más relevante fue el paso por la fábrica de ropa de su madre, que luego se convirtió en un aspecto integral de su trabajo; hoy siente que su obra es el hilo que integra todas las experiencias pasadas y le da una herramienta de navegación para el futuro, y la dirige si se quiere.
Ha transitado por diferentes actividades y técnicas en el mundo del arte, el dibujo, la instalación y el trabajo en pintura al óleo durante quince años, explorando la representación de la realidad a través de la creación de personajes relevantes, animales y formas que son recogidos en la materialidad de esas telas inmensas que se proyectan en los lienzos de gran formato, donde Ana Elisa pinta y nos invita a acercarnos para percibir su textura, movimiento y fluidez en cada trazo.
El trabajo que plantea es un desafío a la imaginación y a la de los espectadores, debido al interés en crear una narrativa con elementos surrealistas y oníricos, donde las cosas no son lo que parecen ser. El poder de la luz en los trópicos realza el color de las formas de la naturaleza, sometiendo la mente y los sentidos a variadas e inusuales interpretaciones de lo que nos rodea; aquí reside la parte estructural de sus diseños y los protagonistas de sus cuadros.
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