La vida es alquimia

“Cuando describes cómo te sientes, le das a alguien un mapa de las cosas que te importan.” 

La vida es alquimia, exposición de María Paula Suárez en la sala 2 de la Galería Otros 360, presenta una serie de obras de bordado sobre papel que retratan un paisaje compuesto por flores, que son una invitación a reflexionar sobre las emociones que surgen al estar en contacto con la naturaleza. 

Para la exposición, la artista presenta cinco series en las que explora los complejos tejidos de las emociones con el bordado como técnica de introspección y el color como lenguaje simbólico. “Jardín de emociones”, está compuesto por obras que a partir de una retícula de bordados de botánica abstracta, responde a la representación de diferentes emociones por medio del color y la forma; “Reminiscente”, es una serie que explora la relación entre las flores y el llanto como un proceso de liberación, las imágenes representan cómo las emociones encuentran su cauce a través de las lágrimas, llevando al plano físico aquello que el cuerpo no quiere contener.

Es precisamente en el diálogo que se establece entre cuerpo y técnica, que María Paula se encontró en la creación de “El Baile”. La serie ahonda en el bordado sobre papel como un ejercicio de paciencia y equilibrio, donde cada puntada se convierte en un diálogo entre la aguja, el papel y el gesto de la mano. Por lo tanto, la obra se convierte en una coreografía, donde el proceso de trabajo se extiende durante largas horas, en las que la artista se sumerge completamente hasta terminar cada pieza. Esta intensidad refleja su manera de interpretar la vida: una entrega total. Las obras, entonces, se convierten en un intercambio: la vida da, y la artista, a través de sus piezas, regresa calma, luz y amor que experimenta en su día a día.

Las emociones que trazan el cuerpo, se convierten en gesto en “Dancing Thoughts”, serie que hace una oda a esos momentos de lucidez en los que podemos dar dos pasos atrás y volvernos espectadores de nuestra realidad, abrazándola desde la calma. En su proceso creativo, la artista atraviesa momentos de reflexión al enfrentarse al espectro de emociones que sentimos los humanos, con la visión radical de permitir que lleguen a flor de piel. A la par, también transita instantes de calma, en los que el pensamiento se disuelve ante la inmensidad del mundo.

A medida que su práctica evoluciona, Suárez encuentra nuevas formas de explorar la idea del

amor, un eje central en su trabajo, con el que experimenta y juega constantemente, dando como resultado obras donde el concepto del paisaje llega a un plano abstracto, es el caso de “VortexLandscapes”. A través de esta serie la artista explora la infinidad del universo, y al observar el paisaje desde esta perspectiva, comprende la armonía y la perfección de la naturaleza en su estado más puro, vibrante y desbordado de color.

La exploración de lo abstracto ha permitido que María Paula Suárez explore el montaje como reflexión de la contemplación de la naturaleza, allí surge “Pulso, Reflexiones sobre el reposo y la afasia”. Obra donde la artista presenta unas cortinas de hilos suspendidas desde el techo, invitando a la reflexión sobre las influencias invisibles que nos permean cuando estamos en estados contemplativos.

En La vida es alquimia, María Paula Suárez observa lo extraña y única que puede ser nuestra realidad. La información a la que estamos expuestos moldea cómo percibimos la vida y cómo podemos transformarla, que en su práctica, surge desde el amor. Las flores son un poema a la vida, y por medio del bordado sobre papel busca compartir lo bella que puede ser la existencia cuando conectamos con nuestra esencia, nos permitimos sentir y aceptamos con compasión la imperfección divina de nuestra naturaleza.